El Ché en una barrera de la Plaza de toros de las Ventas

El Ché en una barrera de la Plaza de toros de las Ventas
Este es un espacio de salida del mundo.
El compendio de textos, fotografías o dibujos a contiuación son reflejo de nuestras sensaciones frente a diferentes expresiones vitales.
Somos taurinos y zurdos, como un Josétomás político o unaRosaluxemburgo taurina, todo en una misma ensaladera.
Ojalá Condorcet podría leernos y Navalón criticarnos.
En su lugar y paras nuestras suertes están ustedes...

1/9/10

Calamaro, los toros y la progresìa



Quiero copiar aquí lo dicho por Andrés Calamaro. Valiente roquero, enamorado del cante y el toreo.
Y lo quiero hacer para felicitar su valentía al mismo tiempo que criticar su decisión de dejar la progresía, confundiendo los conceptos de lo que significa la izquierda, con la aberración triste de lo sucedido en Cataluña.
«Con solemnidad y no sin cierto pesar, renuncio con el estado televidente español de testigo a mi status de progre, sospechado de rojo y libre pensador. Renuncio a la progresía porque quiero corridas en Cataluña, quiero correrme en una Fiesta de arte y muerte, verte correrte de buena suerte, y es más, quiero que vuelva José Tomás en Barcelona de nuevo y no me muevo de mi respeto a las tradiciones y que los papelones los haga mi compatriota que juntó cuarenta firmas por la derrota de esta fiesta que pintaron Goya y Picasso y por si acaso no quedó claro, le aclaró mi buen Andreu, que hago culto por la libertad de culto y si prohibir es progesía y el progre es rabioso anti rojo, mi antojo es renunciar al progresismo ahora mismo. ¡Toros sí!».
La respuesta del público fue una cerrada ovación. Y el cantante continuó: «Libertad de expresión no siempre es expresión de libertad. Pero me muevo con cierta comodidad en lo que es la incorrección política, y me parece que estoy en el lugar indicado para desarrollar mi instinto aunque prefiero evitar los comentarios de los lectores en los foros porque la verdad es que son xenófobos e intolerantes al cubo».
Buenafuente esgrimió el argumento del sufrimiento animal, a lo que replicó: «La próxima vez que vayamos a comer carne, digamos que nos garanticen que este solomillo ha muerto de viejo, o de risa. ¿Murió de risa este solomillo?».
Ole por el argentino. Ole por su valentía. Ole por su decisión.
Solamente, querido Andrés, no es progre estar contra los toros. Es progre no creer en las prohibiciones. La izquierda es por antonomasia libertaria. La derecha prohíbe y quien lo hace es de derecha.
Quienes militamos en la vida en la izquierda no creemos en las modas ni en lo políticamente correcto. Nosotros creemos en el ser humano, en ese ser enmarcado en la colectividad, creemos en la solidaridad y en el bienestar.
Para ello, la libertad es condición sine qua non. Sin ella no hay bienestar, y no voy aquí a discutir los regímenes dictatoriales, pues no los creo de izquierda. Aún cuando los tiempos lo dirán, yo me declaro abiertamente zurdo y públicamente taurino.
Apelo a Bergamín y Alberti a Picasso y Lorca, a Sabina a Domingo Dominguín o a Navalón, para que desde donde estén, concuerden conmigo en la militancia taurina de izquierda para cambiar el mundo y devolver a Calamaro a la progresía taurina.

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