El Ché en una barrera de la Plaza de toros de las Ventas

El Ché en una barrera de la Plaza de toros de las Ventas
Este es un espacio de salida del mundo.
El compendio de textos, fotografías o dibujos a contiuación son reflejo de nuestras sensaciones frente a diferentes expresiones vitales.
Somos taurinos y zurdos, como un Josétomás político o unaRosaluxemburgo taurina, todo en una misma ensaladera.
Ojalá Condorcet podría leernos y Navalón criticarnos.
En su lugar y paras nuestras suertes están ustedes...

1/9/10

GARCÍA LORCA HABLA DE LOS TOROS



Federico García Lorca, Alocuciones argentinas II
(fragmento)

En la mitad del verano ibérico se oye un mugido que hace llorar a los niños de pecho y atrancar las puertas de las callecitas que bajan al Guadalquivir o que bajan al Tormes. No ha salido de establo este mugido, ni de las dulces pajas del reposo, ni de la carreta, ni de los horribles mataderos provinciales, sucios de continuas hecatombes. Este mugido sale de un circo, de un viejo templo, y atraviesa el cielo seguido de una caliente pedrea de voces humanas. Este mugido de dolor ha salido de las frenéticas plazas de toros y expresa una comunión milenaria, una ofrenda oscura a la Venus tartesa del Rocío, viva antes que Roma y Jerusalén tuvieran murallas, un sacrificio a la dulce diosa madre de todas las vacas, reina de las ganaderías andaluzas, olvidada por la civilización en las en las solitarias marismas de Huelva.
En la mitad del verano ibérico se abren las plazas, es decir los altares. El hombre sacrifica al bravo toro, hijo de la dulcísima vaca, diosa del amanecer que vive en el rocío. La inmensa vaca celestial, madre continuamente desangrada, pide también el holocausto del hombre y continuamente lo tiene. Cada año caen los mejores toreros, destrozados, desgarrados por los afilados cuernos de algunos toros que cambian por un terrible momento su papel de víctimas en papel de sacrificadores. Parece como si el toro, por un instinto revelado o por secreta ley desconocida, elige el torero más heroico para llevárselo, como en las tauromaquias de Creta, a la virgen más pura y delicada.

Calamaro, los toros y la progresìa



Quiero copiar aquí lo dicho por Andrés Calamaro. Valiente roquero, enamorado del cante y el toreo.
Y lo quiero hacer para felicitar su valentía al mismo tiempo que criticar su decisión de dejar la progresía, confundiendo los conceptos de lo que significa la izquierda, con la aberración triste de lo sucedido en Cataluña.
«Con solemnidad y no sin cierto pesar, renuncio con el estado televidente español de testigo a mi status de progre, sospechado de rojo y libre pensador. Renuncio a la progresía porque quiero corridas en Cataluña, quiero correrme en una Fiesta de arte y muerte, verte correrte de buena suerte, y es más, quiero que vuelva José Tomás en Barcelona de nuevo y no me muevo de mi respeto a las tradiciones y que los papelones los haga mi compatriota que juntó cuarenta firmas por la derrota de esta fiesta que pintaron Goya y Picasso y por si acaso no quedó claro, le aclaró mi buen Andreu, que hago culto por la libertad de culto y si prohibir es progesía y el progre es rabioso anti rojo, mi antojo es renunciar al progresismo ahora mismo. ¡Toros sí!».
La respuesta del público fue una cerrada ovación. Y el cantante continuó: «Libertad de expresión no siempre es expresión de libertad. Pero me muevo con cierta comodidad en lo que es la incorrección política, y me parece que estoy en el lugar indicado para desarrollar mi instinto aunque prefiero evitar los comentarios de los lectores en los foros porque la verdad es que son xenófobos e intolerantes al cubo».
Buenafuente esgrimió el argumento del sufrimiento animal, a lo que replicó: «La próxima vez que vayamos a comer carne, digamos que nos garanticen que este solomillo ha muerto de viejo, o de risa. ¿Murió de risa este solomillo?».
Ole por el argentino. Ole por su valentía. Ole por su decisión.
Solamente, querido Andrés, no es progre estar contra los toros. Es progre no creer en las prohibiciones. La izquierda es por antonomasia libertaria. La derecha prohíbe y quien lo hace es de derecha.
Quienes militamos en la vida en la izquierda no creemos en las modas ni en lo políticamente correcto. Nosotros creemos en el ser humano, en ese ser enmarcado en la colectividad, creemos en la solidaridad y en el bienestar.
Para ello, la libertad es condición sine qua non. Sin ella no hay bienestar, y no voy aquí a discutir los regímenes dictatoriales, pues no los creo de izquierda. Aún cuando los tiempos lo dirán, yo me declaro abiertamente zurdo y públicamente taurino.
Apelo a Bergamín y Alberti a Picasso y Lorca, a Sabina a Domingo Dominguín o a Navalón, para que desde donde estén, concuerden conmigo en la militancia taurina de izquierda para cambiar el mundo y devolver a Calamaro a la progresía taurina.

Los toros y la ideología política




Muchas veces me pregunto, como conviven en mi, espacios tan aparentemente distintos como el mundo de los toros y una vida sensibilizada por mi militancia en la izquierda política.

Mi respuesta inicial es que las vivo, en permanente intensidad y profunda pasión.

La siguiente, la razonada es que los toros nos permiten entender la vida desde principios éticos que confluyen perfectamente con las premisas ideológicas que guían mi vida:


El matador de toros
1. La vida enfrentada de poder a poder.
2. La verdad como norma - en cuanto enfrentamiento- y disposición de vida, la conjunción estética y el enfrentamiento con nuestro interior, con nuestros miedos, para solventar una situación de vida, de muerte.
3. La soledad dentro de la multitud, el silencio dentro de la algarabía, el sentimiento más profundo dentro de la fiesta más enloquecida.
4. La decisión de jugarse la vida por la sensación de cambiar la realidad en expresión estética instantánea.

El toro
1. La dignidad en el enfrentamiento a la muerte.
2. La pelea, a la vez codiciosa que noble, de un ser vivo que vende cara su vida.
3. La conjunción permanente entre bondad y codicia, la permanente contradicción que conjura el ser a sobrevivir.
4. El jugarse la vida, peleándola a sangre y sudor, para regresar al prado verde en una vida de legados permanentes.

El público
1. El mandante.
2. El juego más profundo de la democracia, en el que la mayoría conjura decisiones y las minorías se expresan con toda libertad.
3. El decisor que pide verdad al tiempo que se deja llevar con la pasión del instante.
4. Quien conduce la fiesta de los toros, quien la modifica en el correr de la historia, quien decide hasta las realidades económicas de ella, son esos mandantes que conjuran la democracia.


No quiero cerrarme a que solo los zurdos deberíamos ser taurinos. Sería miope y alejado de la realidad. Al tiempo que me parece intolerable y necesariamente miope creer que esta es una fiesta de derechas.

9/4/10

"No podemos ser prisioneros eternos de nuestro pasado porque hay más mañana que ayer esperándonos" Silvio


Cuantos años Silvio acompañándome en el camino. En los años de mi vida me he identificado con algunas de sus letras en forma de canción. Hoy regresa, crítico con la Cuba actual, rompe con esa lealtad en forma de cadenas dogmáticas de décadas y le cuenta al mundo la necesidad de sacar la R de Revolución para caminar hacia un Evolución. Aquí le escribe a Montaner, responde una carta del cubano en Miami. Tan maravilloso como siempre.

El guitarrista Azul ( Carta de Silvio a Montaner)

montaner: mi hijo silvio-liam es una voz que comienza a extender sus verdades, él ama a nuestro apóstol, no le resulta incómodo, no desea borrarlo de la historia, a él no le crispa que martí haya dicho: “viví en el monstruo y le conozco las entrañas”, él escogió ponerse “el libre” por no sentirse atado, asume haber nacido así y su padre aplaude que lo sienta y lo diga en su clave generacional, desconoces la razón de un joven, pero intentas apropiártelo, no pareces comprender mucho lo que aseguras defender, ¿será costumbre tuya?, diseñas una cuba distorsionada que propagan las monstruosas cadenas, cortando y pegando repartes un odio que ha derribado aviones llenos de inocentes, siempre he reprobado el hundimiento del remolcador “13 de marzo”, pero quién va a creer que te importan los muertos somalíes, cuando no te interesan los cubanos que dieron su vida por un fingido prócer, a mí me conforta saber que no fue en vano el sacrificio de los caídos en angola, no sólo porque los haya visto combatir y morir pobres y limpios, sino porque fueron consagrados en la eternidad por nelson mandela, atrévete, carlos alberto, a afirmar que mandela mintió cuando dijo que la presencia cubana en áfrica significó el principio del fin del apartheid, sé que tus argucias serán multiplicadas mil veces más que cualquier verdad desde cuba, desde esta dignidad cercada continuaré cantando lo que pienso: sigo con muchas más razones para creer en la revolución que en sus detractores, si este gobierno es tan malo ¿de dónde salió este pueblo tan bueno?, atrévete un día a respetar al prójimo, atrévete a expulsar la soberbia, atrévete a merecer un pueblo como éste
silvio rodríguez, la habana, Cuba

29/10/09

entrevista a un taurino

¿Qué actitudes le pica?
Me pica la novelería, la desinformación, el borreguismo y el aletargado silencio de los que no se atreven a gritar.

¿Cuándo se enoja, con qué animal podría sentirse identificado?
Con un ser humano.

¿Se ha preguntado cuál es su misión aquí en la tierra?
No creo en las misiones divinas, creo en la lucha diaria por la transformación de la normalidad.

¿Dónde está su arte?
En la cercanía que siento al ver lancear a un toro cadenciosamente, mi arte es desgarrarme la garganta y corear un olé.

¿Instinto o Intuición?
Instinto.
¿Qué le dice esta frase: “Jugar con la muerte para entretener a la vida”?
Me suena a dos cosas.
1. La racional y a la vez loca decisión de un artista por dejarse la vida en su obra.
Y
2. La canción “Contigo” de Joaquín Sabina que dice:
“Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

¿Quién es el showman que Usted más admira?
Al capitalismo.

¿Cuál es la causa de su rebeldía?
La realidad en la que vivimos. El mundo de los toros se revela ante ella y en una demostración de desafío a la normalidad busca crear arte desde la templanza de un ser humano dispuesto a encarar la violencia de un fiero animal al dibujar estética en ese encuentro mágico.

¿Qué planes tiene para el Feriado por la Independencia de Quito?
Desde niño espero a diciembre con ilusión, antes por los regalos de navidad, hoy por ver un toro de Santacoloma embestir o a Morante bordar una media verónica en el aire que llenen de aire mis pulmones para soportar la cotidianidad el resto del año.

¿Soho en New York o El Parque del Retiro en Madrid?
Quito en invierno, el Retiro en Primavera, Guayaquil en verano y Soho en Otoño. Esa sería una vida casi ideal.

¿O el sol o la sombra?
El sol para el Torero que da la cara y se juega la vida y para el toro que da lecciones de dignidad y nobleza; la sombra para quienes carecen de información y atacan lo que para muchos de quienes Somos Ecuador es una forma de comprender la vida.

¿Primero Dios y después…?
Primero Dios y después Vos…regresando a la pregunta pasada, en otoño hasta cambiaría algunos años Soho por el Barranco de esa Cuenca tan querida –aún cuando tenga esta frase en su escudo-.

¿Cuándo alguien no comparte sus ideas, las respeta, o trata de influenciar hasta que lo entienda?
Intento ser muy fuerte con las ideas y respetuoso con las personas. Creo que la base de la vida está en el respeto y en la libertad. Son dos palabras que se construyen a diario y se pelean-como los toros bravos en las plazas de toros- hasta morir.

¿Si tuviera que ponerle un soundtrack a su vida hasta el momento, qué canción pusiera al final?
La cigarra del Camarón de la Isla:
“Porque la vida, la vida, la vida es,
es un pasatiempo la vida, la vida es”

¿Si tuviera en sus manos (por regalo) las entradas más caras del mundo para un show que no le gusta, y las pensara revender, de qué show sería, las revendería o no?
Las revendería para comprar cientos de entradas a los toros, para con ellas invitar varios amigos antitaurinos que por no haber vivido la mística experiencia de una corrida de toros, creen las mentiras que suelta alguna gente de mala fe.

¿Se ha sentido amordazado alguna vez?
Ni lo he sentido, ni lo permitiría.

¿Qué libro está leyendo hoy?
Cada diciembre, Pedro Salinas me llama desde una polvorienta esquina de mi vida.

¿Se ha sentido en el ruedo alguna vez?
Tengo el privilegio de haber vivido dentro de dos ruedos en mi vida. He toreado tan bien como esta generosa vida me lo ha permitido y he hecho política activa. El mundo de los toros me ha enseñado que la única manera de descansar tranquilo cada noche es entrando al ruedo día a día, para dar la cara y abordar los dilemas que nos trae la cotidianidad de poder a poder.

¿Cuál es la diferencia entre el amor y la pasión?
Para mí el amor sin pasión es una mentira mal contada y la vida sin toros una broma de mal gusto.

¿Cómo es su lado humano?
Profundamente animal.

¿Y su lado animal?
Lamentablemente humano.

¿Iphone o BlackBerry?
Iphone, sin ninguna duda.

¿Por qué cree que Luke Sky Walker, no acepto a Darth Vaider el ofrecimiento de tener todo una galaxia?
Porque el Darth Vaider, a pesar de ser el mejor villano de todos los tiempos,-acaso exagero cuando pienso en el guasón- no se tomó el tiempo de contarle la película completa.

10/10/09

el toreo como razón de vida



Un torero de aquellos que por su excesiva calidad y arte ha tenido mala suerte en el mundo del toro, decía hace días refiriéndose al embate cntra nuestra fiesta que nosotros no defendemos una forma de susistencia sino una razón de vvir.
Señalaba al Funcionario Público y le explicaba que por comer o dar de comer a sus hijas podría robarle la billetera, pero para vivir, para tener una razón para seguir despertando el mundo taurino era indispensable para muchísima gente.
Me encontré con esta fotografía en la web y me acordé de él. Pongo la foto y una de sus mediasverónicas

El pecado del aficionado práctico








Miles de las personas que se dejan la vida para ver un lance morantezco o un natural manzanereano, sueñan en las noches con algún día de inspiración, suerte y estrellas alineadas, torear para sí y para un público benevolente.
Es por eso que callan, callamos, críticas a toreros descruzados, acobardados, rajados por completo, ya que ellos mismos se ven, nos vemos, en esas piernas corriendo del toro y no en las quietas que desafían la gravedad cuando pasan cerquísima las embestidas.
He visto en las últimas semanas a varios puñados de esos aficionados prácticos que han esbozado sueños en una placita de toros de la sierra ecuatoriana. Más que los lances, los muletazos, las espadas y sus fallos, me quedo con sus rostros, con los cinco minutos de gloria eterna que llevaban en los ojos. Me quedo con sus ilusiones diciéndoles que estaban en Madrid, ante un Adolfo o un Victoriano del Río y que tenían al 7 de su parte.
Me gustará poner fotos de sus gestos, de sus alardes de valor o detalles de calidad. Me gustaría que ustedes los habrían visto, pues en ellos me encontré con los vestigios de afición en estado puro que quedan en la lejana américa taurina.
Los becerros, que eran erales con doscientos cincuenta kilos y pitones recién nacientes, eran vistos como fieras de seis años. Los aficionados que llenaban los tendidos y que llegaban a los quinientos en el mejor de los éxitos, eran percibidos como decenas de miles. Los elogios, que eran tan familiares como amistosos, eran sentidos como espontáneos. Los mulilleros, que eras niños, hijos, sobrinos, hasta nietos de los alternantes, iban tan elegantes como en Francia; y los Presidentes, que eran viejos aficionados, curraban su puesto como quien decidiría la vida y el futuro de los alternantes.
Alguno, con corto café claro, se dejaba los huevos en la cara del toro, dando la cara como torpe novillero buscando profesión y pan. Otro, más gordito, de azul y añil, sacaba la boca, como aquel que dice aquí estoy, mátame si te quedan fuerzas. Alguno, flaco y de hechuras, con años encima, dejaba detalles de los años pasados en el caminado en la cara del becerro, solera pura. Un moreno, provinciano en el hablar, remataba amorantando su imaginación y otro niño rubio imaginaba pisar los terrenos del soñado tomás. Ninguno lo hizo, lo haría, pero no importaba, lo creyeron y lo creímos por verlos metidos en el personaje de turno.
La gente gozaba. Miraba a su marido, amigo, primo, conocido o enemigo callar la boca en los tendidos y dar la cara en la arena. Gozaban al cerciorarse de que cuando hablan sin parar en la grada de la plaza grande lo hacen con el respeto por los que se ponen en la cara de los de verdad.
Esto es el toreo: locura, desmesura, afición apasionada y ciega, emoción inexplicable-por vana, por absurda, por sinsentido-.
Fue un ejercicio de constricción: Viajar a una hora de la capital, tragarse becerrotes por toros, aficionadotes por toreros, familiarotes por público.
Fue ser taurino, en su pureza íntima.
Fue ir y confesarse con el predicador del toreo y decirle, sí he pecado, no gritaré más sandeces desde la grada, me callaré, pensaré en cuando no fui capaz de medio paso más en la cara del becerro, cómo le grito al que no lo hace en cara de un toro en serio. Tres avemarías a frascuelo por despuntar; cuatro salmos bien repetidos -los que yo escoja de entre los que escribiría el rey David- por no mecer las manos con la capa; cinco padrenuestros a lagartijo por pinchar tatas veces; y quinientos angelitos de la guarda por los días de miedo antes de torear.
Había una capillita con solera, abandonada como todos los compromisos cristianos que se precian, los premios a los triunfadores eran vírgenes quiteñas, de esas que pisan serpientes. Ojalá y esas vírgenes existieran, fueran las madres del mesías, ese mesías fuera taurino y nos perdone por esta locura taurina que se expresó de inicio a fin en media serranía ecuatoriana estos últimos días.