El Ché en una barrera de la Plaza de toros de las Ventas

El Ché en una barrera de la Plaza de toros de las Ventas
Este es un espacio de salida del mundo.
El compendio de textos, fotografías o dibujos a contiuación son reflejo de nuestras sensaciones frente a diferentes expresiones vitales.
Somos taurinos y zurdos, como un Josétomás político o unaRosaluxemburgo taurina, todo en una misma ensaladera.
Ojalá Condorcet podría leernos y Navalón criticarnos.
En su lugar y paras nuestras suertes están ustedes...

8/1/09

zapatos por almohadillas





Por Nochetriste

En lugar de almohadillas echaron zapatos.
Emulaban a aquel desalmado que osó tirar un zapato al peor político de todas las vidas. Entre sus enormes guardaespaldas, camuflajes, asesinados por miles impunemente, quiebras económicas del mundo; un periodista iraquí le tiró primero un zapato y luego el otro.
Como si no tuviera prisa lo hizo con desalmada calma, rodeado de pirámides humanas que escoltaban al bobote imperial presidente, hizo dos lanzamientos que por la ejecución demostraron talento y preparación.
Yace preso, dicen que quince años, pero vive en miles que obtuvimos siglos de libertad.
No sé su nombre, eso es injusto y acaso poco serio, pero me niego a aprender esas sílabas extrañas al idioma romance que practico, no por sectarismo lingüístico, sino porque su anonimato me encanta .
Tengo aún ese viso de ingenuidad romántica que cuenta que los nombres no cuentan, que regresa la vista a ese enorme valiente que puso su cuerpo en la plaza de Tian An Men, que no quiere saber sus meros datos identitarios, porque sobran frente a la imagen de un desconocido desafiando una mole metálica propia de esta pútrida modernidad.
Ya no hay anónimos cambiantes de vidas, ya no espontáneos que bajan la mano despacio mientras los policías- paralelo a la seguridad del bobalicón presidente- corren en valor de su aprehensión. Los extraño, porque me emociona la sola idea de la muleta guardada entre la ropa para que nadie se percate de su intensión; me pone nervioso el solo ponerme en sus zapatos cuando ve un toro embestir y un torero negársele; me alucina imaginar el salto desde la barrera, el cruzársele al de luces y dejar en los aficionados la ilusión de poder ser ellos mismos.
Pero ya no los hay.
Acaso, quince años más tarde importamos al enorme iraquí y le pedimos devolvernos la historia, la rebobinamos y le damos significado a las pupilas de los entonces rebeldes político- taurinos que vean muletazos zurdos a una historia por lo demás aburrida.

1 comentario:

Baron Rojo dijo...

ni zurdos ni derechos ,mi estimado Noche Triste, que tambien se torea al natural con la derecha,como decia Agusti De Foxa
" El unico musculo importante en el toreo es el corazon "